En realidad él, sin saberlo, me ha echo sentir el mar con su mirada, he sentido la noche bañada en la arena, me he perdido para volverme a encontrar.
En realidad, puede que seas el único que puede salvarme.
Tocar tu risa y sentirla cerca, frente a frente...y así poder respirar el dulce aroma que desata aquella boca que tanto anhelan mis besos.