Aquí y ahora.

Aún no me lo creo, han pasado 30 horas desde que te dije adiós y no me lo creo. Se que seremos fuertes, tu mas que yo, pero tambien no se que haré cuando necesite a alguien que me de fuerzas, que me de ganas para proponerme lo que sea y lograrlo... porque tenerte cerca era un puto privilegio que ahora no tengo y cuento los días enloquecida por verte de nuevo, porque otra vez quiero un para siempre que sea solo nuestro.

Por tí voy a recoger todo el fuego del mundo con mis manos para quemar todas las distancias, todos los kilómetros que nos separen, por tí Edu... por tí voy a seguir creyendo que existe el amor en este puto mundo, voy a seguir detrás de todas las paredes para que nunca te olvides de ésto.

Baby I got a plan... runaway as fast as you can.

Reality bites.

La gente empieza a olvidarnos mucho antes de que nos hayamos ido del todo. Y no solo se olvida a la persona, si no a todas las palabras que las han envuelto desde que se vieron por primera vez hasta que se dijeron adiós.

Entonces me paro a pensar en que son para ti las palabras, que sientes cuando te miro a los ojos, cuando te hablo al oído, cuando te digo te quiero y siento que soy mas fuerte que ayer. Me jode saber que puede haber demasiada gente a nuestro al rededor que no sienta NADA, y que todas las personas que son para ellos instrumentos, que solo sirven para cumplir un objetivo... y así sucesivamente.

Después de un año de dudas, bajones, de preguntas encerradas en lo mas profundo de mi misma, había conseguido creerte. Creía que le había ganado un puto pulso a aquello que me hacía creer que quererte y llegar a entenderte era un imposible.

Lo cierto es que ahora solo pienso en que yo fui la única culpable de abrir puertas aún sabiendo de ante mano que iba a terminar peor que al comienzo, pero es un hecho que además del amor, el dolor también te hace sentir vivo.

Don't lose your HOPE.

Hay etapas en la vida de sobresaltos y altibajos en los que sentimos que no podremos mantener el control, que no seremos capaces de enfrentarnos a el reto de vivir en este mundo de continuas decepciones. Ella está en una de esas etapas, en las que solo tiene fuerzas para salir corriendo despavorida del lugar en el que esté, como si eso fuese la solución a todos sus problemas.

Lo curioso de todo, es que después de pasar un tiempo hundida en todo aquello que se ha escapado de su poder, un soplo de esperanza le saluda. Cada vez que alza la vista intenta agarrarla con las manos pero se escapa, le dice que es como el sol, que nunca podrá tocarla pero siempre estará allí... iluminándole el camino, borrando esas sombras que solo quieren arrebatarle los sueños.