No hay palabras, no hay voces ni respuestas. Yo ya no soy yo, y este cuerpo tiene miedo porque no le ve sentido a nada, porque todo es insulso, porque de repente una vida se vuelve oscura, confusa, vacía. Supongo que a veces toca vivir sin saber que va a ser de mañana, intentando que la nostalgia no empañe todos los intentos de no mezclar lo que fue pasado, de lo que ahora asimilo que es mi presente.