Que curioso, ¿no? que curioso es eso de estar en un espacio lleno de gente y sentirte sola, desubicada, vacía. Que odioso es no saber si todo lo que piensas es tu mente, jugándote una mala pasada o en realidad es cierto... entonces la verdad duele y te vas perdiendo en las calles de una vida sin sangre, donde el amor escapa de ti, y se hace invisible penetrándose en el aire.