Como las últimas gotas de agua que caen de la bañera, como esas escasas gotas de sangre que mantienen a un herido entre la vida y la muerte... así estoy yo, en las últimas. Y es que se acaba el tiempo, las horas corren a prisa burlándose de mí, mientras yo me doy cuenta de que los motivos para quedarme se desvanecen, y eso que una vez me dijeron, eso de que nadie es indispensable para nadie, se hace un hueco dentro de mi... y me va quemando, y me va doliendo mas que ayer. Entonces me pregunto si realmente soy yo la protagonista de mi vida, y me sorprendo con un no rotundo, y comprendo que sí, que soy un pasatiempo, una vía de escape, no soy para siempre y mi huella no esta marcada, porque cada vez que lo intento un contratiempo la borra con un soplido, y vuelvo al fondo mas débil que nunca, perdida en mi cárcel.